Resulta difícil de imaginar una ciudad sin vehículos motorizados circulando por las calles. Coches, furgonetas, autobuses, motocicletas y otros vehículos se han convertido en un elemento más de cualquier paisaje urbano. Sin embargo, ver desfilar esta marea de vehículos variopintos tiene un alto coste medioambiental.

El aumento de las emisiones de gases contaminantes provocados por el transporte preocupa cada vez más en las ciudades, especialmente en las de mayor tamaño, donde los índices de contaminación atmosférica empiezan a ser considerados como una cuestión de salud pública..

«Sin embargo, el concepto de “movilidad sostenible” va más allá delos beneficios ambientales ya que, promoviendo este tipo de transporte, también se busca el bienestar económico, social y de tránsito de los habitantes de las ciudades«

Por ello las instituciones apuestan por fomentar una movilidad sostenible de personas y mercancías, a través de medios de transporte energéticamente más eficientes y ecológicos, de modo que disminuya el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, el concepto de “movilidad sostenible” va más allá delos beneficios ambientales ya que, promoviendo este tipo de transporte, también se busca el bienestar económico, social y de tránsito de los habitantes de las ciudades. Y es que los núcleos urbanos con menos índices de contaminación, con un alto índice de seguridad vial, en la que bicicletas y peatones puedan transitar sin complicaciones, y donde se puede llegar a cualquier lugar con un transporte público de calidad, son espacios que proporcionan una buena calidad de vida a los ciudadanos.

Por su parte, los ciudadanos tienen la responsabilidad de añadir los criterios de eficiencia energética y sostenibilidad a su elección de los modos de transporte y al uso que realizan de los mismos”, explican. Y aportan varios datos interesantes en favor de la movilidad sostenible:

 

  • El transporte público tiene grandes beneficios: El transporte público, por viajero, ocupa 50 veces menos espacio y emite un 70% menos de dióxido de carbono que el vehículo privado.
  • El coche derrocha mucha energía. Con su actual índice de ocupación -1,3 pasajeros por vehículo-, el coche es el modo de transporte menos eficiente y más contaminante.
  • Mejor compartir coche: Utilizando medios de transporte colectivo y sistemas de coche compartido, seremos más eficientes y sostenibles en nuestros desplazamientos.

Fuente: Remica Servicios Energéticos

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